La inteligencia Cultural es la habilidad para reconocer, leer y adaptarse a señales culturales, tanto obvias como imperceptibles, cómodas como extrañas, de manera que tu efectividad no esté comprometida cuando interactúes con personas de otros países. Un profesional o empresario con inteligencia cultural es capaz de solucionar problemas, tomar decisiones y resolver conflictos de una manera que optimice las diferencias culturales para generar mejores soluciones sustentables y creativas.
Para poder desarrollar Inteligencia Cultural es necesario:
1. Reconocer el impacto de la cultura: Los comportamientos culturales son señales externas de valores y creencias profundamente arraigadas que se han construido en una sociedad a lo largo del tiempo. Entendiendo qué es la cultura, cómo has sido moldeado por ella y cómo tus valores culturales difieren con personas de otras partes del mundo, puedes volverte más perceptivo y exitoso en un mercado global culturalmente diverso.
2. Comprender las raíces culturales propias: Nuestros valores y comportamientos son resultados de nuestro origen y de lo que hemos sido expuestos desde nuestra más temprana niñez. Esto es reforzado a lo largo de nuestra vida, comenzando por los cuentos para niños y los héroes de la juventud. Una completa apreciación de tu propio perfil cultural te permitirá contemplar la real magnitud de su impacto en tu conducta
3. Reconocer e interpretar las raíces culturales en otros: Si no conoces estas diferencias, muy posiblemente atribuyas un significado donde no lo hay o pierdas un significado donde sí lo había. De esta manera puedes reaccionar emocionalmente sintiéndote confundido, enojado o frustrado. El aspecto importante aquí es que otros sostienen sus valores como incuestionables verdades al igual que tú los tuyos.