miércoles, 4 de junio de 2014

La Capacitación, una asignatura pendiente en muchas empresas en México

La Capacitación, una asignatura pendiente en muchas empresas en México

En México, muchas empresas carecen de una cultura laboral orientada a visualizar la trascendencia de la capacitación, ya que sólo se rige bajo la legislación laboral como una obligación más, y no la perciben como un beneficio en sus organizaciones; lo cual no garantiza que los planes y programas implantados estén acordes a las necesidades de los trabajadores.  La capacitación debe motivar al personal para trabajar eficientemente, ya que los que entienden y valoran su puesto demuestran un mejor espíritu de cooperación y el simple hecho de que confían en sus capacidades les da seguridad en su trabajo
El proceso de la capacitación debe partir de una necesidad, una carencia o de una mejora, lo importante es que se tenga una razón que le de vida, para ello, se necesitan crear situaciones con el propósito de impartir el conocimiento a los trabajadores, desarrollar sus destrezas y aptitudes de manera continua, de tal forma que sean lo más eficiente y eficaz posible.
La capacitación es un proceso de aprendizaje, ya que produce cambios permanentes en los trabajadores, de modo que permite mejorar su capacidad para desempeñar su trabajo; esto implica modificar y ampliar la forma de trabajar y la actitud ante sus compañeros y la organización. Por ello, los directivos deberían recibir estímulos de capacitación para desarrollar sus habilidades y la visión de negocios, con la intención de que su conducta influya en el personal y propicie el cambio en las personas de menor jerarquía.  Por otro lado, también se puede pensar que la capacitación sólo genera resultados cualitativos; sin embargo, las acciones de una empresa pueden ser cuantificables y medibles siempre y cuando existan indicadores y medidores establecidos antes y después de su proceso.
La formación de los trabajadores debe estar centrada y alineada con la estrategia empresarial, la cual asegura que los niveles de competencia de los trabajadores se equiparen con las de sus pares, y a su vez puede ser un poderoso estimulo individual y un catalizador para el trabajador; así mismo busca ser el intermediario para establecer una relación estrecha entre el individuo y los valores de la organización.
Las empresas necesitan mejorar sus procesos de modernización, adaptación y mejora en la tecnología, así como la satisfacción del cliente, todo ello con el fin de poder diferenciarse de sus competidores; razón por la cual, la capacitación pretende buscar la eficiencia del personal y el incremento de su propia rentabilidad.
Las organizaciones tienen en el factor humano su recurso más valioso, , se vuelve la clave del éxito de las empresas en este siglo XXI, lo cual resulta obvio que la mejor manera para acrecentar estos factores es a través del proceso de la capacitación, siempre y cuando sea planeada e implementada con base a sus necesidades y competencias estratégicas. 
Ejemplos de indicadores medibles serían: rapidez de captura de información, reducción en el nivel de desperdicio o de errores en el trabajo, satisfacción del cliente por mejora en el servicio, reducción de actos inseguros que provocan accidentes, entrega de reportes a tiempo, entre otros.
Una de las mejores formas de convertir la capacitación en una inversión es ligarla a la evaluación del desempeño del trabajador, haciendo de ésta última una herramienta de valor tanto para la empresa como para el trabajador.

MGRH. Janin Ricalde Gamboa.